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Rehidratación

Señales de alerta en tus hijos

En tu casa, en el jardín o en el colegio, tus niños están expuestos a gérmenes y bacterias imperceptibles que pueden causar episodios de diarrea y vómito, muy comunes durante el primer año de vida . Otras situaciones como estar expuestos al sol por periodos de tiempo prolongados pueden causar insolación. Si estas complicaciones no son tratadas a tiempo podrían comprometer su salud. A continuación te proporcionamos información necesaria para que identifiques en qué momento debes estar alerta frente a alguno de estos síntomas:

    
Diarrea

Es frecuente que los niños tengan que lidiar con diarrea de vez en cuando, generalmente es causada por infecciones que no duran mucho y que suelen ser más molestas que peligrosas.

Una causa común de la diarrea es la gastroenteritis viral o conocida como "virus estomacal”. En otras ocasiones, puede ser síntoma de varias enfermedades y condiciones que no son infecciosas como:

•    Alergia a los alimentos.
•    Intolerancia a la lactosa.
•    Enfermedades del tracto gastrointestinal.
•    Enfermedad inflamatoria intestinal.

Inicialmente, el tratamiento básico para una diarrea infantil es hidratar a tu hijo adecuadamente. Si después de un tiempo, ésta persiste y presenta síntomas adyacentes, debes consultar con el pediatra para descartar cualquier complicación y/o patología. 


Evitar la deshidratación, tratamiento fundamental 


La complicación principal de la diarrea es la deshidratación, debido a la pérdida excesiva de líquido del cuerpo. Los síntomas son sequedad en la boca, falta de lágrimas, orina escasa, concentrada y de color oscuro. 


Para prevenir la deshidratación, puedes hacerlo de la siguiente manera: 


•    Suministra líquidos fraccionados y con frecuencia, preferiblemente que no sean azucarados.
•    Continúa el tratamiento con sueros de rehidratación oral, (dos o tres cucharaditas, o hasta un máximo de 20 ml) cada 15-20 minutos aproximadamente, utilizando una cuchara pequeña o jeringa sin aguja. Esta solución repondrá el agua, el azúcar y las sales que tu niño necesita. Si es menor de un año, debes consultarlo con su médico.
•    No suspendas la comida, el niño debe tratar de alimentarse de manera normal, aún cuando sufra gastroenteritis. Una buena nutrición es importante para ayudarlo a sentirse mejor.


Si los siguientes síntomas persisten debes consultar a tu médico:

•    Cuando el niño presenta mas de 8 deposiciones líquidas en un período superior a seis horas aún cuando está tomando suero.
•    Está acompañada de dolor abdominal intenso, fiebre alta o algún otro síntoma de enfermedad evidente.
•    Se ha prolongado por más de tres días, aún cuando estaba bajo tratamiento.
•    Presenta vómito persistente.
•    Tiene pintas de sangre en las deposiciones.
•    Si el niño está decaído, inactivo, irritable, somnoliento y con deterioro en su estado general.


Vómito

Aunque el vómito en los niños puede ser ocasionado por muchos factores, la mayoría de los casos están provocados por una gastroenteritis, generalmente debida a un virus estomacal. Al igual que en la diarrea, puede ser causado por infecciones que no duran mucho y que suelen ser más molestas que peligrosas.

Entre otras causas de los vómitos se encuentran: 

•    Dolor de cabeza o lesiones en la cabeza.
•    Infecciones del tracto urinario.
•    Obstrucciones en el tracto intestinal.
•    Episodios de tos, alergias alimentarias e intoxicación alimentaria.
•    Los medicamentos también pueden irritar el estómago y causar vómitos.

Si durante el vómito se presenta alguno de los siguientes síntomas, consulta con su pediatra:

•    Dolor de cabeza agudo.
•    Dolor abdominal intenso, especialmente en el cuadrante inferior derecho.
•    Ha estado vomitando por más de seis horas.
•    Si presenta un deterioro importante en su estado general, principalmente si presenta fiebre alta.
•    El vómito es abundante y de forma persistente.

Consejos para disminuir el vómito

•    Dale de beber a tu niño líquidos claros, ya que necesita reponer el agua y las sales que perdió a causa de los vómitos.
•    Si un niño (sobre todo un lactante) no puede ingerir suficiente líquido y tiene diarrea, se podría deshidratar. Para evitarla, dale a tu hijo suero de rehidratación oral (dos o tres cucharaditas, o hasta un máximo de 20 ml) cada 15-20 minutos aproximadamente, utilizando una cuchara pequeña o jeringa sin aguja. Esta solución repondrá el agua, el azúcar y las sales que tu niño necesita. Si es menor de un año, debes consultarlo con su médico.
•     Evita jugos y otras bebidas azucaradas, esto puede empeorar el vómito.
•    No suspendas la comida, el niño debe tratar de alimentarse de manera normal, aun cuando sufra gastroenteritis. Una buena nutrición es importante para ayudarlo a sentirse mejor.

Recomendaciones para bebés lactantes

•    No suministres medicamentos sin prescripción médica.
•    Evita darle agua sola a menos que su pediatra especifique la cantidad que debes darle.
•    Si tu bebé vomita lo que parece ser una toma completa más de una vez, láctalo durante cinco a 10 minutos cada dos horas. Si sigue vomitando, consulta a su pediatra. Cuando lleve ocho horas sin vomitar, podrás volver a lactarlo con normalidad.
•    Si tu bebé tiene menos de dos meses y vomita toda la toma, llama inmediatamente a su pediatra.

Insolación

Los niños son quienes más disfrutan de las vacaciones y los días calurosos. Sin embargo, es necesario tomar ciertas precauciones cuando nuestros niños están expuestos al sol para evitar problemas como la insolación, un inconveniente que si no se controla oportunamente, puede tener consecuencias como una deshidratación leve.

La insolación ocurre cuando la temperatura corporal sube mucho más de lo normal y se bloquea la capacidad de bajar la temperatura a su nivel.

Las situaciones que pueden causar insolación son:

•    Se produce generalmente por una prolongada exposición solar, sobre todo en la cabeza. 
•    Si el niño está al aire libre durante mucho tiempo con un clima muy caluroso, en especial si se deshidrata o está demasiado abrigado.
•    Al estar dentro de un auto muy caliente, la temperatura interna sobrepasa la externa rápidamente.

Los niños son más propensos, ya que su mecanismo de termorregulación no está completamente desarrollado.

En ocasiones de calor intenso, humedad elevada o actividad intensa bajo el sol, el sistema de enfriamiento corporal puede fallar, permitiendo que el calor se acumule hasta niveles peligrosos.

Síntomas

•    Temperatura 39.4ºC o más, pero sin sudor.
•    La piel está roja, caliente y seca.
•    Pulso rápido.
•    Agitación.
•    Mareo.
•    Dolor de cabeza (que puede irritarlo).
•    Vómito.
•    Congestión.
•    Respiración rápida y superficial.
•    Letargo o confusión.
•    Signos de deshidratación.
•    Pérdida del conocimiento.

Consejos para controlar la insolación

•   Sienta a tu niño en la cama en posición semi sentado en un lugar fresco, con sombra y ventilado. 
•    Eleva sus pies. 
•    Usa un ventilador a baja intensidad para mantenerlo fresco. 
•    Aplica compresas de agua fría en su cabeza y cuello, nunca hielo, para regular su temperatura corporal. 
•    Abre su ropa y en lo posible reemplázala por prendas frescas, de preferencia en algodón. 
•    Hidrátalo dándole pequeños sorbos de agua. Si tu hijo presenta signos de deshidratación debes suministrarle sueros de rehidratación oral que reponen el zinc, agua y electrólitos perdidos.

Tras controlar los síntomas de insolación, lleva a tu hijo a la unidad de salud más cercana, para cerciorarte que su temperatura corporal se ha regulado.

Referencias bibliográficas:

* Insolación en bebés y niños: http://www.tvcrecer.com/2011/insolacion/#.U2fuP615NH8

* Golpe de calor e Insolación, tratamiento: http://geosalud.com/Ambiente/golpecalorinsolacion.htm