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Gases del bebé: signos, causas y métodos de alivio

Los gases ocasionales son completamente normales. Las dos causas más comunes son: 

•    Aire ingerido: Los bebés tragan cantidades de aire cuando están comiendo o llorando. Si no se saca este aire, pasa al tracto digestivo. 

 
•    Digestión: Los gases son parte natural del proceso de digestión que ocurre cuando los alimentos son procesados en partes más pequeñas.

¿Cuáles son los signos que indican la presencia de gases?

Tú bebé puede mostrarse excesivamente intranquilo durante las sesiones de alimentación y después, encoger las piernas hacia el pecho, tener el abdomen distendido o parecer estar hinchado.

Cómo aliviar los gases en los bebés

Si tú bebé tiene problemas de gases, prueba hacerlo eructar cada cinco minutos mientras está amamantando o después de cada onza de fórmula cuando lo alimentas con biberón. Si no eructa después de unos minutos, cámbielo de posición e intente durante unos minutos más antes de empezar a alimentarlo nuevamente. Si no tiene problemas de gases, eructar podría ser necesario solamente al cambiar de pecho o después de cada 2 a 3 onzas si lo alimentas con biberón. 

A continuación, algunas maneras de aliviar el dolor por gases: 

•    Masajear el vientre.
•    Sujétalo  en tu brazo, hacia abajo, con la mano para aplicar una presión suave en su estómago.
•    Balancéalo suavemente en el regazo, como si estuviera viajando en automóvil o en una silla mecedora.
•    Las gotas de venta libre (simeticona) pueden hacer que eructar sea más eficaz cuando se trata de eliminar los gases. Sin embargo consulta previamente a tu pediatra o profesional de la salud antes de usarlas.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

Por lo general, la intolerancia a la lactosa en los bebés es temporal. Muy a menudo, es una situación en la que el intestino, aún en desarrollo, tiene problemas para digerir la lactosa. Esto puede provocar gases en los bebés y puede ocurrir después de una enfermedad estomacal o diarrea.

La intolerancia a la lactosa permanente es poco común en los bebés. Es recomendable discutir la situación con el pediatra o el profesional del cuidado de la salud antes de realizar cambios en la alimentación de tu bebé.