En definitiva, la regurgitación del bebé no suele ser un problema. Aprende a distinguir cuándo es demasiado y cómo la regurgitación del bebé se diferencia del vómito.
¿Por qué regurgitan los bebés?
La regurgitación, también denominada reflujo, es el flujo de alimentos del estómago a la boca. Es frecuente y puede continuar hasta el año de edad. A menudo, es solamente el resultado de un sistema digestivo en desarrollo o de sobrealimentación.
¿Sabía qué?
El estómago de tu bebé tiene casi el tamaño de una pequeña canica al nacer. Después de tres días, es casi del tamaño de una pelota de ping-pong, pero aún no tiene mucha capacidad.
Hasta que tenga unos cuatro meses de edad, el estómago de tu bebé solo podrá retener pequeñas cantidades de leche por vez. Demasiada leche durante las sesiones de alimentación puede causar regurgitación o intranquilidad en tu bebé.
La regurgitación puede ocurrir cuando tu bebé:
• Eructa (esto se denomina eructo húmedo).
• Come mucho.
• Traga demasiado aire.
No hay razón para preocuparse por estas cosas que comúnmente causan regurgitación. No es doloroso y la mayoría de los bebés ni siquiera se dan cuenta de lo que han hecho. Siempre y cuando tu bebé esté saludable y aumente de peso, simplemente es parte del proceso de desarrollo.
La cantidad es la clave
Podría parecer mucho, pero la cantidad de líquido que tu bebé saca puede que no sea tanto como piensas.
Si tu bebé regurgita más (o si la regurgitación se asocia con síntomas respiratorios como asfixia, tos o sibilancia), pregunta a tu pediatra o profesional de la salud si hay razón para preocuparse.
¿Cómo puede disminuir las regurgitaciones?
Para ayudar a tu bebé a tener regurgitación con menos frecuencia, intenta:
• Mantener a tu bebé en una posición recta cuando le estés dando de comer.
• Asegurarse que el orificio del chupo del tetero no sea muy grande (para bebés que se alimentan con tetero). Si la leche se sale al voltear el tetero, el orificio es demasiado grande.
• Mantener al bebé en una posición recta después de comer.
• Acostarlo boca abajo con el estómago lleno puede provocarle regurgitación.
• Evita que haga actividad física inmediatamente después de alimentarlo.
• Alimenta a tu bebe frecuentemente y disminuye el tamaño de las porciones.
Cantidad y frecuencia de la alimentación con fórmula
Es probable que tu recién nacido tenga hambre entre seis y diez veces en un período de 24 horas. A medida que crezca, su estómago crecerá, así que comerá más en cada sesión de alimentación y con menos frecuencia.
¿Cuál es la diferencia entre regurgitación y vómito?
Si la regurgitación incomoda a tu bebé y se hace más fuerte con más volumen del usual, podría tratarse de vómito.
Más volumen puede indicar que es vómito.
Cuando un bebé vomita más de una vez, generalmente se debe a un virus e incluye diarrea. Aunque estos virus, por lo general, no son peligrosos, pueden causar deshidratación.
Debido a que los bebés menores de un año corren un riesgo mayor de deshidratación, consulta con tu pediatra o con un profesional de la salud inmediatamente si piensas que tu bebé puede estar deshidratado.
¿Cuándo debería preocuparse?
Aunque pueda ser alarmante, un episodio ocasional de vómito normalmente no es razón para preocuparse. Vómitos frecuentes pueden indicar enfermedad de reflujo, obstrucción intestinal, infección o alergia a las proteínas. Contacta a tu profesional de la salud si las regurgitaciones frecuentes de tu bebé:
• Aumentan en volumen o fuerza.
• Causan episodios de ahogamiento o dificultad respiratoria (sibilancia o tos).
• Conducen a otros problemas (incomodidad, intranquilidad, poco aumento de peso o pérdida de peso).
• Están acompañadas por fiebre, diarrea, mucosidad sanguinolenta en el vómito o abdomen distendido.
• Son verdes o amarillas.
• Por lo general es vómito en proyectil.
Algunas veces, el vómito repetido de bebés de entre dos semanas y cuatro meses puede ser señal de obstrucción. Comunícate con tu pediatra o profesional de la salud si tu bebé vomita constantemente.
Problemas estomacales
Cuando los bebés tienen episodios de vómitos repentinos asociados a diarrea, generalmente están causados por un virus. Aunque, por lo general, estos virus no son peligrosos, pueden producir deshidratación, que puede ser un problema grave. Es importante conocer los síntomas de la deshidratación y qué puedes hacer para evitarla.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación? Tú bebé:
• Tiene menos pañales mojados de lo normal.
• Parece muy cansado o débil.
• Tiene ojos secos, hundidos, piel seca y poca saliva.
Mientras más pequeño sea tu bebé, mayor será la preocupación que se deshidrate. Es importante que repongas los líquidos que tu bebé pierde con sesiones de alimentación pequeñas y frecuentes cuando está enfermo. En muchos casos, se recomienda una solución de rehidratación oral. Consulta con tu pediatra o profesional de la salud para obtener orientación.