Horarios de alimentación
Establecer los horarios de alimentación de tu bebé depende de ti, en la medida que aprendas a descifrar las señales que tu bebé te da. Por lo general, tu primera reacción ante el llanto de tu bebé es darle de comer. La OMS y UNICEF recomiendan que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que tu niño desee, tanto de día como de noche. La mayoría de los bebés generalmente se alimentan cada hora y media a dos horas y media durante el primer mes. Lactarlo de 8 a 12 veces al día está dentro del rango normal.
Si han transcurrido tres horas desde la última sesión de alimentación de tu bebé, o si tus senos están llenos, quizás quieras despertarlo para alimentarlo. Intenta hablándole, acariciándolo, con suaves palmaditas, desarropándolo o desvistiéndolo. Te puede tomar de 5 a 10 minutos despertarlo por completo, pero notarás una mejor sesión de alimentación.
Si presentas congestión en los senos entre las sesiones de alimentación, realiza extracción manual de la leche o usa el extractor, esto te ayudará a aliviarlos.
Antes de establecer un horario de alimentación para tu bebé, ten en cuenta que la mayoría de recién nacidos de 1 a 2 meses tienen los siguientes requerimientos:
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De 12 (355 ml) a 24 (710 ml) onzas de leche materna o fórmula en un periodo de 24 horas.
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En algunos casos la cantidad puede ser de 36 (1064 ml) a 40 onzas (1118 ml). No te preocupes si tu bebé aumenta la cantidad de leche que ingiere cuando esté en un periodo de crecimiento rápido o el denominado estirón. Este cambio normalmente puede durar un par de días.
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Durante esta etapa, los bebés necesitan alrededor de 15.5 horas de sueño en un periodo de 24 horas. Normalmente, requieren tres siestas durante el día (por la mañana, tarde y noche).
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Como parte de su desarrollo, tu bebé también necesitará tiempo para jugar y hacer actividades que le permitan fortalecer sus músculos, como las piernas, cuello y brazos.
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Es primordial que tu bebé interactúe contigo, puedes leerle, darle un masaje, un baño o salir a caminar un poco*.
* Horarios para bebés de 1 a 2 años: http://espanol.babycenter.com/
Es sorprendente como tu bebé crecerá en su primer año, la mayoría de recién nacidos llegan a triplicar el peso de su nacimiento y aumentar su talla en aproximadamente un 50%. Notarás que su ropita le queda pequeña en poco tiempo.
Dado que el crecimiento de tu bebé es un buen indicador de salud en general, desde su primer día de vida, su pediatra realizará un seguimiento del peso, la talla y el tamaño de su cabecita. Debes estar atenta cuando el crecimiento es deficiente, puede ser una señal que algo no anda bien con su salud.
El peso de los recién nacidos
Al igual que los adultos, los recién nacidos pueden tener diferentes tamaños dentro de los parámetros saludables. La mayoría de los bebés nacidos a término (entre la semana 37 y la 40) pesan entre 2.5 kg (5 libras y 8 onzas) y 4 kg (8 libras y 13 onzas).
Es probable que un recién nacido de peso relativamente promedio reciba atención adicional de los médicos y el personal de enfermería después del parto, para garantizar que no haya ningún problema.
Algunos factores que inciden en el tamaño de tu bebé recién nacido pueden ser ocasionados por la duración de tu embarazo:
- Los bebés prematuros, en general, son más pequeños que los bebés nacidos a término.
- Los bebés que nacen en la fecha prevista de parto o después suelen ser más grandes que aquellos que nacen antes*.
* El peso de los recién nacidos, http://kidshealth.org/
¿Cuándo debo preocuparme?
Como tu bebé recién nacido es tan pequeño, puede que te sea difícil percibir si está subiendo de peso como debería. Algunas veces los bebés bajan demasiado de peso en los primeros días o no toman suficiente leche materna o fórmula láctea, probablemente todo esté bien, pero si tienes dudas, consúltalo con su pediatra.
Puede que al comienzo tu bebé te sorprenda con sus increíbles pulmones y te sientas confusa e intranquila sobre lo que tu bebito pueda necesitar. Si eres mamá primeriza, quizás te resulte difícil reconocer lo que tu bebé intenta decirte cuando llora, si tiene hambre, frío, sed, está molesto, le duele algo o necesita que lo cargues. Para tu tranquilidad, debes saber que los bebés recién nacidos en excelente estado de salud pueden llorar alrededor de 1 a 3 horas diarias.
Así que no entres en pánico si tu bebé llora sin causa aparente, a medida que lo empieces a conocer mejor y a entender por qué llora, estarás en condiciones de darle lo que necesita. A continuación encontrarás las razones más comunes por las que tu bebé podría llorar y cómo calmarlo:
Hambre: es la razón más común por la cual llora un bebé recién nacido, debido a que su estómago es muy pequeño y no puede contener demasiado alimento. Por eso, si tu bebé llora, trata de darle de comer, podría tener hambre.
Frío o calor: Puedes identificar si tu bebé tiene demasiado frío o calor tocándole el estomaguito (no toques sus manos ni sus pies, ya que es normal que los tenga algo fríos). Si crees que tu bebé tiene mucho calor, quítale una manta, y si por el contrario, tiene frío, ponle otra. Mantén la habitación de tu bebé a una temperatura de alrededor de 18 grados C.
Pañal sucio: A algunos bebés no parece importarles llevar el pañal sucio, pero a otros les molesta mucho y exigirán a gritos que se lo cambien de inmediato, en especial si su delicada piel se irrita. Revisa además que su pañal no esté demasiado ajustado o que la ropa no le esté incomodando.
Cansancio: Para tu bebé puede ser muy difícil permanecer tranquilo en un espacio donde hay mucha actividad. Su llanto es una manera de decirte "basta por hoy". Llévalo a un lugar tranquilo y sin ruidos, así seguramente lograrás que se tranquilice y concilie el sueño.
Desea que lo cargues: Algunas veces lo único que quiere tu bebé es que lo cargues y estar a tu lado. No te preocupes, no quiere decir que lo estás maleducando. Una alternativa para tu comodidad puede ser un morral delantero portabebés que te ayudarán a mantener a tu bebé cerca y a su vez te permitirán tener las manos libres para otras tareas.
Se siente enfermo: Si tu bebé llega a estar enfermito generalmente llora en un tono diferente al habitual: puede ser un llanto más insistente o más agudo. Si tienes la sensación de que algo no está bien, consulta a tu médico.
En especial, comunícate con su médico si observas que tu bebé tiene:
• Dificultad para respirar cuando llora.
• El llanto está acompañado de vómito, diarrea o estreñimiento.
Cólicos: Muchos recién nacidos pasan por periodos de llanto casi constante, que suelen denominarse cólicos. Aunque en ocasiones pueden ser difíciles de sobrellevar, muy pocas veces duran más de tres meses*.
* Siete razones por las que lloran los bebés y consejos para calmarlos: http://www.babycentre.co.uk/midwives.
Consejos para calmar a tu bebé
En ocasiones puede que te intranquilice el llanto de tu bebé y la impotencia de no saber qué tiene. No te angusties, son situaciones que les pasan a todas las mamás. La buena noticia es que hay muchas maneras de intentar calmar a tu bebito, algunas de ellas pueden ser:
Hazle masajes: Son un método eficaz para ayudar a tranquilizarlo. Para los bebés que tienen cólicos a veces se calman al acariciarles suavemente el estómago, y posiblemente te sentirás mejor tratando de hacer algo para calmar la angustia de tu bebé.
Arrópalo y cárgalo en tus brazos: Al igual que cuando tu bebé estaba en tu vientre, le gustará sentirse bien arropadito y seguro. Prueba arropándolo bien con una manta delgada o ponlo en una morral o cangurera portabebés, para ver si eso le gusta.
Sonidos tranquilizantes: Cuando tu bebé estaba en el útero, escuchaba los latidos rítmicos de tu corazón. Ponerle música suave o cantarle una canción de cuna, incluso un sonido de fondo como la lavadora pueden producir un efecto tranquilizador y arrullarlo hasta que se quede dormido.
Mécelo o ponlo en movimiento: Probablemente tu bebé disfrutará que lo mezas mucho. Puedes hacerlo caminando de un lado a otro, o balanceándote con él en una silla mecedora. Algunos bebés se tranquilizan con estos movimiento y otros se quedan dormidos tan pronto los suben a un carro y los llevan de paseo.
Dale algo para chupar: Puede que en tu bebé aumente la necesidad de succionar. El chupar algo o uno de sus deditos (cerciórate que estén limpios) puede producirle mucho alivio. Aunque no lo creas, chupar también estabiliza la frecuencia cardiaca de tu bebé, relaja su estomaguito y lo ayuda a tranquilizarse.
No debes exigirte demasiado: Si tu bebé llora con frecuencia no quiere decir que esté enfermo de gravedad, pero el llanto persistente puede causarte muchísimo estrés. Si ya has probado todo para calmarlo, es hora que cambies tu estrategia y te ocupes de ti:
• Respira hondo varias veces y trata de tranquilizarte.
• Pon a tu bebé en un lugar seguro y déjalo llorar un rato, sin escucharlo.
• Llama a un conocido o a un familiar para que lo cuide durante un rato.
• Pregúntale a tu médico acerca de grupos locales de apoyo donde puedas compartir tus experiencias con otros padres.
• ¡Ten paciencia! Paulatinamente irás aprendiendo a reconocer lo que tu bebé necesita, y esta etapa de llanto tarde o temprano pasará*.
* Siete razones por las que lloran los bebés y consejos para calmarlos: http://www.babycentre.co.uk/midwives
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